El peeling enzimático llegó para transformar el concepto de exfoliación. A diferencia de los peelings abrasivos o químicos, este tratamiento utiliza enzimas naturales para renovar la piel de forma delicada, sin irritaciones ni enrojecimientos. Ideal para todo tipo de piel, incluso las más sensibles.
Se trata de una exfoliación superficial que emplea enzimas proteolíticas como la papaína (extraída de la papaya) y la bromelina (derivada de la piña). Estas enzimas actúan disolviendo las proteínas que mantienen unidas las células muertas en la capa más externa de la piel. Así, permiten su eliminación sin necesidad de fricción ni productos agresivos.
El resultado: una piel más suave, luminosa y receptiva a los tratamientos posteriores.
Durante los meses fríos, la exposición solar disminuye, lo que reduce significativamente el riesgo de manchas, irritaciones o hiperpigmentación tras el tratamiento. El invierno es perfecto para realizar peelings enzimáticos porque la piel se recupera con mayor facilidad, y estamos más cubiertos, lo que protege aún más la zona tratada. Además, preparar la piel en esta época permite llegar a la primavera con un rostro más luminoso, uniforme y saludable.
El peeling enzimático daña la piel?
No daña la piel. Es un tratamiento suave, sin acción abrasiva. No genera quemaduras.
Después del tratamiento voy a quedar muy rojo/a?
Puede haber un leve enrojecimiento temporal, sobre todo en pieles muy sensibles. Se resuelve en un par de horas.
Voy a pelarme visiblemente después del tratamiento?
No hay descamación visible, la exfoliación es microscópica.
Es seguro para pieles sensibles o con rosácea?
Es ideal para pieles delicadas, ya que actúa sin irritar ni agredir.
Puedo tomar sol después del peeling enzimático?
No es recomendable. La piel queda mas sensible, es obligatorio usar protector solar.
